El rey Khufu

las pirámides de GizaKhufu fue el segundo rey de la cuarta dinastía del Antiguo Reino. No fue un faraón en el sentido estricto, pues ese título se empezó a usar muchos siglos después. A pesar de su impresionante tumba, se sabe muy poco de él, lo que ha dado lugar a grandes especulaciones en torno a la Gran Pirámide y su vida.

La principal fuente sobre su vida es el Papiro de Turín, que nos dice que reinó durante 23 años después de su padre Senefru (o Snefru, según algunos traductores) y su madre, la reina Hetep-heres I.
Su nombre verdadero era Khnum-Khufwy, o sea, "El dios Khnum me protege", siendo Khufu su sobrenombre.

Parece que al final de su vida decidió erigirse como la encarnación del dios Re, lo que le atrajo el odio de generaciones posteriores de sacerdotes de otros cultos y probablemente explica su mala fama como rey cruel y explotador de esclavos.

Su primera esposa fue la reina Merey-it-es, con quien tuvo un hijo, Kawab, un escriba que deseaba ser como su abuelo Senefru, un hombre culto, pero que desgraciadamente murió joven. Khufu también se casó con la reina Henutsen.

Durante su reinado, Egipto pasó de ser un conjunto de provincias más o menos unidas a convertirse en una sola nación, y la construcción de la Gran Pirámide tuvo mucho que ver. La tumba del dios viviente Khufu se convirtió en un símbolo global que unió al país.

La construcción

Debido principalmente a los relatos de Heródoto, que nos habla de miles de esclavos, durante muchos años se vio a las pirámides como un capricho de derroche, de vidas y riquezas malgastadas. Sin embargo, lentamente la arqueología nos ha revelado que fue mucho más que eso.

La construcción de la Gran Pirámide fue una gran fuerza unificadora que movilizó a toda la nación en una causa común.

Se requirió una enorme organización de riqueza y de fuerza laboral. Jóvenes de todo Egipto fueron reclutados para trabajar durante las inundaciones del Nilo. A cambio recibían alimentos de calidad, incluyendo carne (un lujo) y cerveza (un líquido espeso y nutritivo que pocos hoy llamarían cerveza).

Actualmente, basados en la evidencia arqueológica de la ciudad de los trabajadores, se estima que la fuerza de trabajo consistía en 4,000 a 5,000 obreros especializados durante todo el año y unos 15,000 a 20,000 trabajadores temporales durante las inundaciones.

Sin duda se requirió un genio administrativo. El documento conocido como el Diario de Merer nos da una idea de la organización necesaria. (Puedes leer más sobre este fascinante hallazgo en nuestro artículo: El Diario de Merer: un testigo de la construcción de la Gran Pirámide.)

Por cierto, entre los restos de la ciudad de los trabajadores se encontraron innumerables lascas de piedra llenas de inscripciones personales: ejercicios de escritura, notas, etc. Esto revela que muchos trabajadores sabían leer y escribir, algo extraordinario en una época donde la alfabetización era privilegio de las clases altas.

Imagina llegar a Giza como joven recluta, viendo las grandes rampas y bloques gigantescos siendo movidos. Debió ser tan emocionante como el primer día en la NASA.

Los trabajadores estaban organizados en "philos" o cuadrillas, con nombres como "Los Leones", "Los Amigos de Khufu" o "Los Borrachos de Menkaura". El trabajo era duro, pero lo hacían con orgullo.

Para atender a tanta gente se construyó una ciudad, cuyos restos incluyen hornos, fábricas de cerveza y tumbas que muestran que los trabajadores fueron bien alimentados y atendidos médicamente.

Éxitos y fracasos

Ni la organización ni la ingeniería egipcia nacieron perfectas.

Las primeras tumbas eran pirámides escalonadas. Posteriormente, Senefru, padre de Khufu, construyó tres pirámides, de las cuales dos fueron fallidas:

La pirámide de Meidum colapsó al intentar convertirla de escalonada a pirámide lisa. La arena inestable y la mala colocación de bloques provocaron su ruina.

 

La segunda, la famosa Pirámide Inclinada, empezó con un ángulo demasiado empinado. Durante la construcción, el peso provocó grietas y se corrigió a mitad de camino, dándole su inconfundible forma.

 

Finalmente, Senefru construyó la Pirámide Roja, una estructura exitosa aunque más modesta. 

 

Khufu, al aprender de estos fracasos, incorporó precauciones como las cámaras de descarga sobre su cámara mortuoria.

¿Y las inscripciones?

Curiosamente, la Gran Pirámide no tiene inscripciones oficiales que digan "Aquí yace Khufu". Era impensable para los antiguos egipcios que su tumba pudiera ser olvidada. Además, junto a la pirámide existía un magnífico complejo funerario, donde se esperaba que el culto de Khufu se mantuviera durante siglos.

Ahí debieron de existir elaborados murales, relieves, estelas, estatuas rituales y documentos ceremoniales, a la vista de los fieles. Aunque el culto probablemente sobrevivió durante un tiempo, fue relativamente breve ante la escala de los miles de años de historia egipcia. El culto a Khufu está documentado en el Imperio Medio, pero eventualmente, los templos fueron abandonados y vandalizados en busca de la valiosa caliza blanca de Tura, apreciada para las construcciones de posteriores gobernantes más interesados en su propia gloria que en preservar la de un antiguo rey, y ademas de ello la caliza blanca fue extraída masivamente en la Edad Media, especialmente para construir edificios en El Cairo islámico.

Lo que sí existen son grafitis de cuadrillas de obreros. Uno de estos, en una losa de 40 toneladas de las cámaras de descarga, menciona a Khufu, y fue hecho antes de colocarla.

Algunos sostienen teorías de falsificación moderna, pero es imposible: habría que haber retirado una losa de 40 toneladas para escribir debajo.

Los nuevos misterios

En años recientes, usando detección de muones (partículas subatómicas), se descubrieron varias cavidades dentro de la pirámide. La más importante, un vacío de 30 metros sobre la Gran Galería, fue confirmada en 2023 mediante exploración con fibra óptica.

La función de estas cavidades sigue siendo un misterio.

Otros descubrimientos indican que las rampas de construcción pudieron ser internas y no externas, como propuso el arquitecto Jean-Pierre Houdin.

Y los famosos "túneles de ventilación" no sirven como tales ni apuntan a estrellas, desmintiendo la hipótesis de Orión.

Conclusión

La Gran Pirámide sigue desafiándonos. Y por si fuera poco, es la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que aún sigue en pie.

Lecturas recomendadas:

Khufu's Inside Story [leer PDF]

Khufu Protected by Khnum [ver sitio]

King Khufu [leer artículo]

The Discovery of the Tombs of the Pyramid Builders at Giza [ver sitio]

El Diario de Merer: un testigo de la construcción de la Gran Pirámide [leer artículo]

Videos:

Actualización

El arquitecto francés JP Houdin propuso una nueva hipótesis sobre la construcción de la pirámide, fruto de más de una década de investigación. Aunque la situación política de Egipto ha retrasado su verificación, puedes ver su propuesta en este documental: