Bitā Bājin, traducido al inglés como “Bitter Virgin”
2005–2008
Mangaka: Kei Kusunoki
Rara vez en el manga o el anime se tocan de forma directa temas como la violación o el embarazo adolescente. Aunque "Bitter Virgin" se presenta en apariencia como una historia romántica, la obra de Kei Kusunoki tiene un trasfondo mucho más serio y doloroso, reflejando experiencias personales de la autora. Esto le confiere a la historia una profundidad emocional que la distingue de otros mangas de su género.
Kei Kusunoki es conocida principalmente por sus mangas de horror y comedia, aunque lamentablemente gran parte de su obra no ha sido traducida al inglés o a otros idiomas.
La historia comienza con un planteamiento que sugiere un drama con toques de comedia: Daisuke Suwa, un joven estudiante popular y ambicioso que sueña con dejar su pequeño pueblo para estudiar en la Universidad de Tokio, vive con su madre viuda. En una conversación escolar que toda la clase escucha, le preguntan con qué chica saldría. Suwa responde que saldría con cualquiera menos con Hinako Aikawa, una joven recién llegada, tímida y retraída, que evita todo contacto físico con los varones. Suwa está convencido de que Hinako finge ser una “dulce virgen”. No le importa que ella lo escuche.
Días después, buscando escapar de dos admiradoras, Suwa se refugia en una iglesia católica y se oculta en el confesionario. En broma, decide hacerse pasar por sacerdote. Para su sorpresa, quien llega es Hinako Aikawa, quien, creyendo estar confesándose de forma segura, revela su trágica historia. Aikawa fue víctima de abuso sexual por parte de su padrastro durante años, resultando en dos embarazos: el primero terminó en un aborto espontáneo y el segundo en un parto por cesárea, donde el bebé fue dado en adopción inmediatamente. Como la situación no pudo mantenerse en secreto, las autoridades intervinieron y Aikawa fue enviada a vivir a un lugar donde nadie conociera su pasado.
Ese día en particular, Hinako está especialmente triste porque es el cumpleaños de su hijo, un niño al que no ha conocido y hacia el cual no siente amor, dado el doloroso contexto de su nacimiento. Al principio, Suwa duda de la historia, pero más adelante, accidentalmente ve la cicatriz de la cesárea, confirmando su relato. Desde entonces, su actitud hacia Hinako cambia profundamente, y ella le permite acercarse, ya que Suwa había declarado públicamente que jamás se sentiría atraído por ella.
Aunque el desarrollo de la trama puede parecer predecible en algunos momentos, el manga ofrece varias reflexiones importantes:
- La estigmatización de las víctimas: En Japón, como en muchas otras culturas, las víctimas de violación a menudo son vistas con sospecha o culpabilizadas, en lugar de recibir apoyo. Suwa entiende que, si se revela la historia de Hinako, ella sería tratada como alguien que debe ser evitada, no protegida.
- El aislamiento social: Hinako representa a muchas jóvenes obligadas a ocultar su pasado para evitar la marginación, una situación que es común incluso en sociedades modernas.
- Madres adolescentes y madres solteras: El manga refleja lo difícil que es para una mujer en Japón ser madre y al mismo tiempo intentar llevar una vida normal, más aún si es madre soltera. La discriminación social y las pocas oportunidades laborales agravan esta situación.
- La pérdida de un hijo: Un tema que la autora conoce personalmente. El manga refleja de manera muy sensible el dolor, la culpa y la lucha emocional que puede surgir tras una pérdida así.
Aunque comienza como un romance escolar típico, la evolución de los personajes es profunda y conmovedora. Especialmente destaca la forma en que Hinako aprende a sobreponerse a su pasado, a confiar en los demás y, eventualmente, a ayudar a otros que han pasado por situaciones similares.
En lo personal, fue un manga que me hizo reflexionar sobre la forma en que la sociedad japonesa aborda estos temas. A pesar de que la protagonista es claramente la víctima, parece que en ese entorno todos tienden a verla como culpable. Claro, es algo que también ocurre en Occidente, aunque en muchos lugares ya no es tan notable.
A pesar de tener un corte romántico, "Bitter Virgin" no dudó en tocar estos temas difíciles, y me gustaría que en Occidente llegaran más mangas de este tipo. Desgraciadamente, solo recibimos una parte de la producción japonesa: ya sea la que es abiertamente comercial o la que es traducida pacientemente por grupos de scanlation, que al estar formados principalmente por jóvenes, no suelen interesarse por obras que aborden estos temas serios.
El manga en sí no tiene la intención explícita de denunciar, pero nos hace reflexionar sobre estas actitudes porque las presenta como parte natural del entorno. Como occidental, ignoro muchos matices de la sociedad japonesa y no sé exactamente cómo fue recibida esta historia en su momento, pero aun así, "Bitter Virgin" es una de esas obras que nos invitan a pensar y empatizar.
Recomendado si buscas una historia conmovedora y distinta en el mundo del manga.