Resulta que la referencia utilizada en muchos estudios psicológicos para definir a la "persona normal" son los estudiantes de posgrado de la carrera de psicología en países industrializados. Estos individuos, caracterizados por un nivel económico y educativo elevado, así como por pertenecer a naciones altamente industrializadas, distan considerablemente de representar al ser humano promedio.
La pregunta fundamental que surge es: ¿quién debería ser considerado como "persona normal"? La respuesta debería abarcar seres humanos de todos los grupos étnicos, culturas y niveles sociales, no limitándose a un segmento específico de la población.
La paradoja radica en que, al revisar la mayoría de los estudios psicológicos recientes, se revela que el "organismo patrón" utilizado como referencia es el "estudiante occidental de posgrado voluntario en los programas de psicología". Este enfoque, al utilizar un grupo tan específico, plantea preguntas sobre la validez de extrapolar sus características como representativas de la humanidad en su conjunto.
Un estudio denominado "The Weirdest People in the World" (Las personas más extrañas del mundo) de la Universidad de British Columbia destaca que los estudiantes universitarios estadounidenses, utilizados comúnmente como referencia, están en el extremo de "los más raros", cuestionando su idoneidad como representantes promedio del ser humano.
Esta revelación podría sorprender a algunos psicólogos, pero no resulta inesperada para la comunidad antropológica. Es una llamada de atención sobre la necesidad de reconsiderar las referencias utilizadas en la investigación psicológica y, más ampliamente, en la ciencia social.
En última instancia, se plantea la pregunta sobre quién realmente debería ser el "ser humano normal", desafiando la percepción sesgada que ha persistido en estudios psicológicos y sugiriendo la importancia de una representación más diversa y global en la investigación científica.