Esta es una nota del 2009 que me pareció divertida, sobre la curiosa relación entre la evolución científica y las criaturas míticas que han cautivado la imaginación popular a lo largo de la historia.
Hasta hace unos 150 años, Europa estaba impregnada de historias y relatos sobre hombres lobo que eran considerados reales. Los informes de avistamientos eran numerosos, y la creencia en estos seres era tan arraigada que la gente los veía acechando detrás de cada árbol, listos para satisfacer sus instintos. La idea de un ser híbrido entre hombre y lobo no parecía descabellada en ese contexto.
Sin embargo, según la tesis de Brian Regal de la Universidad de Kean en Nueva Jersey, la publicación de "El origen de las especies" de Charles Darwin cambió la perspectiva del público. Regal sugiere que la teoría de la evolución hizo que la idea de un híbrido canino-humano resultara implausible desde un punto de vista evolutivo. En lugar de hombres lobo, la imaginación popular se volcó hacia otros híbridos más "aceptables" desde la perspectiva evolutiva: los hombres mono, dando origen a criaturas como el Yeti, Pie Grande y Sasquatch.
Presentando su tesis en la reunión anual de la Sociedad Británica de Historia de la Ciencia, Regal analiza imágenes históricas de hombres lobo que gradualmente adquirieron rasgos simiescos, evolucionando hacia la imagen contemporánea del Sasquatch.
Regal sostiene que a partir del siglo XIX, los relatos de hombres lobo comenzaron a desaparecer a medida que la idea de la evolución se difundió y tomó fuerza. La concepción de un híbrido canino-humano perdió terreno ante la lógica evolutiva, pero la noción de un híbrido simio-humano se volvió más aceptable y congruente con la evolución humana.
Hoy en día, ya no encontramos informes de avistamientos de hombres lobo, pero las historias de encuentros con hombres mono, como el Yeti y Sasquatch, continúan cautivando nuestras imaginaciones.
referencia: British Society for the History of Science (2009, June 16). Darwin Killed Off The Werewolf.