Cuando uno escucha la palabra rock, ese género que nació del encuentro del country, jazz y blues de Estados Unidos, uno generalmente piensa en música asociada a la grandes ciudades.

Cuando a principios de los 90,s asistí a algunas de las "tocadas" de Rock en la Arena Lopez Mateos, en Naucalpan, pude ver como el rock ya tenia un arragigo entre las clases mas marginadas y algún tiempo después en Oaxaca escuche relatos de como en algunos pueblos los presidentes municipales organizaban "tocadas" de Heavy Metal, con puro talento local, y lo jóvenes recorrían buenas distancias para escuchar una música, con la que la parecer se identificaban.

Ahora casi 20 años después comienzo a enterarme de grupos de jóvenes indígenas a lo largo de todo el pais, que están convirtiendo al Rock en su modo de expresión. Más interesante es que al parecer sin ningún problema de parte de sus comunidades, pues es finalmente música en sus propias lenguas.

Así, desde finales de los 90,s aparecieron bandas de rock de los tzotzil de Chiapas, seri de Sonora, yoreme de Sinaloa y otomí del estado de México.

El historiador José Luis Paredes "pacho" ha estado documentando la formación de este movimiento cultural:

Las culturas indígenas se preservan en rock, en metal, en blues, en la música de quienes se han apropiado de esos géneros para conformar una sociedad moderna menos excluyente.

Las bandas indígenas Hamac Caziim, Xamoneta, Súper Coraje, Noésis, Nu Boxte y Sak Tzevul, se apropiaron de géneros musicales antes considerados como expresión del imperialismo cultural estadounidense, y a partir de ellos preservan “el costumbre”, término antropológico que se refiere a distintas ceremonias vinculadas a una tradición mesoamericana.

Israel Robles, de la etnia Conca’ac de los Seri e integrante del grupo "Hamac Cassim" (Fuego Sagrado) explica sus razones:

“Nosotros oímos música en inglés y en español. Sentíamos el peligro de que nuestros cantos se perdieran, así que los mezclamos con instrumentos electrónicos para que nuestros muchachos los aprendieran”.

Asi, mientras que el grupo Hamac Cassim no duda recurrir al punk y al heavy metal, para sus letras no recurren al ingles sino a su propio idioma: el coahuilteco.

Algunas bandas ya tienen mas de 20 años de existencia, Paredes menciona que ya en 1992 habia bandas de punk otomies, como los "Orines de puerco" y "Batalla negativa, aun asi, la mayor parte de los grupos de rock indigena son prácticamente invisibles a los medios masivos de México, lo que nos da una idea de la marginalización de lo indígena en México.

Y curiosamente, siguiendo las técnicas del movimiento zapatista, algunos de estos grupos han recurrido a la misma tecnologia que el EZLN para romper son su marginación... El internet.

Asi los podemos buscar en youtube o en facebook, tal ves este sea el verdadero camino a la aldea global que la que tanto se hablo en los 70,s. El resultado es que estos grupos se han unido a movimientos internacionales, por lo que puede ser mas fácil escucharlos en Arizona en EU, que en la ciudad de México.

Uno de los pocos espacios que tiene en la ciudad de México, es el "Festival Internacional OLLIN KAN de las Culturas en Resistencia" donde ademas podemos ver todo un panorama internacional de cultura alternativa.

Actualmente hay dos grupos que han logrado sobresalir, Hamac Haziim y Sak Tzevul, originario de Zinacantán, Chiapas.

Formado en 1996, por los hijos de un marimbista, la banda fue bautizada como Sak Tzevul (relámpago-trueno). Originalmente esta tenia la formación tradicional de un grupo de rock, bajo, guitarra electrica y bateria, y poco apoco añadió los instrumentos tradicionales de las bandas de la zona. Sus letras están en tzeltal, tzotzil y tojolabal, e interpretan tanto música propia como temas tradicionales de la región.

Con el apoyo de las autoridades de la zona, y de otras instituciones, el grupo ha logrado hacer grabaciones de estudio, y crear una escuela para otros grupos, a quienes en ocasiones les prestan sus instrumentos para poder ensayar.

Lentamente, estos grupos dejaran de ser invisibles, y pueden ser la base de un movimiento cultural de mas largo alcance. Hoy los podemos ver en Internet, en pequeños festivales culturales, en movimientos de resistencia. Usualmente presentándose en condiciones casi heroicas, pero al menos ya existe un festival de rock Indigena Mexico Guatemala.

Solo el tiempo nos dirá hasta donde podrán llegar.